Melide está en la encrucijada de los Caminos de Santiago. En el centro de la villa se cruzan el Camino Francés y el Primitivo Camino de Ovedo. Las huellas de la historia del Camino a su paso por Melide nos dejaron un Hospital de Peregrinos, del año 1502, hoy convertido en el actual Museo de la Terra de Melide.
Camino Primitivo
La Serra do Careón es la puerta de entrada del Camino Primitivo, también llamado Camino de Oviedo, en la Terra de Melide. La ruta de este camino pasa por las parroquias de Vilouriz y Villamor, ambas con arraigadas huellas arqueológicas como castros, cruceros y fragmentos del camino enlosados en el marco de parajes en los que el paisaje natural semeja haber detenido allí el tiempo.
El Camino de Oviedo fue Vía Romana, y luego se aprovechó para la peregrinación. Dice la tradición que fue el rey Alfonso II el primero peregrino en recorrerlo. Años más tarde, se conoció cómo Camino Real de Melide a Lugo, hasta dar hoy en la actual carretera por Furelos.
Será delante del antiguo Hospital de Peregrinos, hoy Museo, donde se cruce el Camino de Oviedo con el Camino Francés, en la Plaza del Convento, la más importante de la villa y donde también se encuentra la Obra Pía de Santo Antón, que incluye la Capilla y la Casa del Ayuntamiento.
El Camino Francés
Actualmente Melide acoge a sus peregrinos en dos albergues: el primero, un pequeño refugio que fue en su día una escuela unitaria, sita en el Leboreiro; el otro albergue, de gran envergadura, se encuentra en el corazón de la zona histórica de la villa, y será reformado en las próximas fechas para convertirlo en una de las instalaciones más acogedoras y atractivas del último trecho del Camino Francés.
A pesar de que Melide es tierra de interior, no es raro encontrar el nombre de este Ayuntamiento vinculado a la cita con el mejor pulpo del camino. Para coger fuerzas camino de Santiago es visita obligada almorzar una ración de pulpo y llenar los bolsillos de melindres.