Origen de la Tarta de Santiago

La tarta de Santiago, es la tarta más famosa de la Ruta Jacobea y de la cocina gallega, y puedes probarla en cualquier población de Galicia.

Los ingredientes bases de esta tarta son: almendras molidas, huevos, azúcar,  ralladura de limón y en la receta más antigua harina (aunque actualmente no se hace uso de esta).

Los datos más antiguos sobre la elaboración y consumo de este bizcocho de almendra, hoy conocido como Tarta de Santiago, son algo imprecisos,  pues se presenta con un nombre distinto al actual (Torta real o bizcocho de almendra). Procede del año 1577, en el contexto de la inspección o visita que Pedro de Portocarrero realizó a la Universidad de Santiago, al cual queda constancia de que se le sirvió torta real.

Aunque no recibe el mismo nombre, la elaboración de esta torta real con almendra molida, azúcar y huevos, cocido al horno y servido en una pieza o fragmentada en dos porciones individuales, confirma la teoría de que se trata del mismo dulce que hoy llamamos Tarta de Santiago.

La primera información digna de fiabilidad es una de las recetas de bizcocho de almendras contenida en el cuaderno de confitería que recopiló Luis Bartolomé de Leybar en torno a 1838. Este mismo tratado incluye otra composición muy parecida pero recubierta de azúcar molido, denominado tarta de almendras.

El origen inequívocamente gallego de esta preparación, se debe también a que esta especialidad no aparezca prácticamente en los recetarios culinarios foráneos hasta el s.XX apunta a una relevante popularidad de este dulce en Galicia y a su carácter de integrante de la tradición gastronómica y del gusto local.

El interés por servir mejor a sus clientes y por hacer un producto de calidad que a la vez resultase atractivo, se encontraba posiblemente entre los objetivos de José Mora Soto (fundador de la compostelana Casa Moracuando) en 1924 adornó sus tartas de almendra con una silueta de la Cruz de Santiago. Según sus descendientes, buscaba dar un toque distinto a un producto tradicional, típico de la ciudad y especialidad de la casa. Esta idea alcanzó un gran éxito al unir un producto tradicional como la tarta a un símbolo inequívoco de la ciudad, la Cruz de Santiago. La iniciativa fue seguida pronto por otros compostelanos y al hilo de la creciente fama de esta tarta, se difundió por toda Galicia.

La peregrinación a Santiago a través de las distintas rutas jacobeas, ha traído a Galicia, multitud de visitantes, lo que ha servido para divulgar el conocimiento de este producto típico de la repostería gallega fuera de sus fronteras.

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