10 Preguntas acerca del Camino de Santiago

1. ¿Por qué nos ponemos en marcha?

Cada peregrino tiene una razón para comenzar su andadura. Diversos motivos nos impulsan a realizarlo, espirituales, por deporte, por cultura… La verdad es que al final, cuando llegamos a Santiago, no importa tanto la razón. El sentimiento es tan fuerte que se mezcla todo en nuestra cabeza, y esa es la verdadera razón por la que el Camino cambia a todo el que lo recorre.

2. ¿Hay edad para hacer el Camino?

No hay edad mínima ni máxima para hacer el Camino. Existe una gran diversidad, desde padres que van con sus hijos a octogenarios que lo han hecho en multitud de ocasiones. Todo depende del estado físico del peregrino, por eso es recomendable hacer un entrenamiento antes de empezarlo, para que una vez puestos en marcha, el cuerpo no comience a quejarse desde el principio. La edad, por tanto, no es impedimento.

3. ¿Es seguro el Camino?

Sí. Todos los años recorren el Camino de Santiago miles y miles de peregrinos, y los problemas de robos o situaciones similares son muy bajos. El Camino no deja de ser un reflejo de la vida normal, es decir, no hay que ir haciendo alardes de nada, y mantener un ojo siempre que sea posible sobre las pertenencias personales. El Camino es seguro para una mujer en solitario, por ejemplo, pero en etapas muy solitarias, siempre es recomendable caminar a la vista de otros peregrinos, o con ellos. Y en los tramos de carretera, horrorosos por cierto, cuidado con el tráfico rodado.

4. ¿Solo o en grupo?

Depende de las motivaciones personales de cada peregrino. En algunas ocasiones es mejor hacerlo en solitario, porque así se conoce más gente, y el peregrino se abre a nuevas experiencias. En grupo, el Camino es algo más cerrado, aunque no deja de ser un tema de personalidad. Si el peregrino es extrovertido, va a conocer mucha gente, independientemente de si va solo o en compañía.

5. ¿Qué Camino realizar?

Todos los caminos tienen su encanto. El más transitado es sin lugar a dudas el Francés, pero tanto el Camino del Norte, la Vía de la Plata, o el resto de tramos secundarios, son tan atractivos como la ruta más tradicional. De hecho, si lo que se quiere es soledad, el Camino Francés no es el más recomendable, especialmente en años santos, donde la aglomeración de peregrinos en las temporadas de buen tiempo puede exasperar a más de uno. Desde luego, si en algo gana el Camino Francés es en infraestructuras para el peregrino. Pero cada uno debe de elegir aquel tramo que más se ajuste a lo que está buscando del Camino.

6. ¿Necesito documentación?

Evidentemente, hay que llevar el DNI, pasaporte, y la tarjeta sanitaria (por si acaso, mejor no tener que usarla). A parte de esos documentos del día a día, el peregrino tiene que llevar la Credencial, único documento necesario para poder usar los albergues públicos. Esta Credencial se va sellando a lo lardo del nuestra ruta. Además, la Credencial es imprescindible para poder conseguir la Compostela una vez llegados a Santiago.

7. ¿Cómo me oriento en el Camino?

En este sentido, no hay excesivos problemas en el Camino. Hay multitud de indicadores que marcan la ruta, pero las más fiables son las flechas amarillas y los mojones, presentes al borde del Camino. Por supuesto, es recomendable llevar una guía, sobre todo, para informarnos de los tramos de cada día, los pueblos por donde vamos a pasar, etc.

8. ¿Cuándo es la mejor época para hacer el Camino?

Por supuesto, depende del tramo del Camino que queramos hacer. Tradicionalmente, se considera que los mejores meses para comenzar cualquiera de los diferentes Caminos a Santiago son los meses primaverales de mayo y junio, y los otoñales de septiembre y octubre. El invierno es una buena opción si se quiere optar por no vivir un Camino multitudinario, pero la dureza de dicha estación puede ser un impedimento si se quiere acabar el Camino sí o sí.

9. ¿Hay que hacer el Camino entero?

No. De hecho, la mayoría de peregrinos que se ponen en marcha lo hacen en varios tramos, y en varias épocas diferentes. También depende de cómo se haga el Camino. Si empezamos a pie desde Roncesvalles, se necesita al menos un mes. Pero si se hace en bicicleta, se puede hacer en una semana. Además, no es obligatorio hacerlo entero. Para lograr la Compostela en la catedral de Santiago vale con hacer a pie los últimos 100 kilómetros, de cualquiera de los diferentes caminos, o 200 si se hace en bicicleta.

10. ¿Dónde comienzo y termino el Camino?

El Camino empieza donde el peregrino quiere. En la edad medieval, el Camino empezaba desde la puerta de la casa de cada uno, así que es más bien complicado decir donde comienza la aventura. Tradicionalmente, se cree que el Camino empieza en Roncesvalles. Es un error, pero es verdad que desde allí comienzan muchos peregrinos. Lo mismo sucede con su final. Es lógico pensar que la ruta jacobea finaliza en la catedral de Santiago de Compostela. Pero muchos peregrinos siguen más allá, hasta llegar a Fisterra. Por tanto, es muy difícil marcar un principio y un final para un Camino milenario.

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