La peregrinación portuguesa hacia Santiago de Compostela adquiere importancia a partir del siglo XII. Son numerosos los trayectos que llevaban a los lusos hasta la tumba del Apóstol, muchos de ellos por zonas más costeras. El Interior o Central recorre Portugal de Sur a Norte desde Lisboa por el corazón del país.
El Camino Portugués del Interior o Central parte de la capital lusa, Lisboa, y, tras casi 650 kilómetros, llega a Santiago de Compostela. Es un recorrido sin grandes desniveles, aunque con algún tramo un poco más complicado. Atraviesa la llanura de la antigua provincia portuguesa de Ribatejo y se adentra en la de Beira Litoral, de perfil más quebrado, para seguir por las regiones naturales de Douro Litoral y Miño. Ya en España, el trazado va paralelo a las Rías Bajas.
Esta sorprendente y preciosa ruta, que permite viajar en el tiempo y la historia, sale de Lisboa y visita otras ciudades representativas de Portugal, como Coimbra y Oporto, y algunas menos conocidas pero muy interesante; éste es el caso de Santarem (“Portas do Sol”), Tomar (Convento de Cristo, iglesia templaría y castillo patrimonio de la Humanidad), Barcelos (donde al igual que en Santo Domingo de la Calzada también cantó el gallo, símbolo de Portugal, después de asado), Ponte de Lima (impresionante puente medieval) y Valença do Minho (pueblo fortificado).
Una vez cruzado el río Miño, el Camino entra en Galicia por Tui y se dirige al norte bordeando Vigo y pasando por Redondela, Arcade, Pontevedra, Caldas de Reis y Padrón, donde se une a la Ruta del Mar, antes de llegar a Santiago.
El Camino Portugués está correctamente señalizado mediante flechas amarillas. La presencia de albergues en el trayecto es desigual. Entre Lisboa y Oporto escasean, aunque el peregrino puede alojarse en los cuarteles de Bomberos voluntarios, en Posadas de la Juventud o en casas parroquiales. Desde Oporto y hasta Santiago de Compostela, el caminante no encontrará problema de alojamiento.
Como alternativa está el Camino Portugués por la Costa, una bella ruta que discurre por un maravilloso entorno, entre acantilados, montes y estuarios. En la localidad gallega se une al trayecto del interior para llegar hasta Santiago de Compostela.
El Camino Portugués por la Costa discurre también por grandes villas históricas como Oporto, punto de partida, o Vigo y por localidades de gran influencia jacobea, tal es el caso Baiona con su interesante castillo, hoy parador, o A Guarda. En el trayecto se encuentra la localidad de Oia, con un curioso monasterio a pie de mar.