ETAPA 4: PONTEVEDRA – CALDAS DE REIS (21’9 km.)
GRÁFICO
ETAPA
DISTANCIA: 21’9 km
ITINERARIO
La situación del albergue de Pontevedra exige hoy atravesar todo el núcleo histórico de la ciudad hasta el Ponte do Burgo sobre el río Lérez. Pasado este vado el Camino accede a los diminutos núcleos rurales de las parroquias de Santa María de Alba y Cerponzons y llega hasta San Amaro, primera aldea de Barro, a través de una fresca y abigarrada senda. El paso fugaz por el Concello de Portas, con las aldeas de Barosa y Briallos, empuja al peregrino a un inacabable tramo de pistas sin apenas sombras que finaliza a la entrada de Caldas de Reis, villa termal regada por los ríos Umia y Bermaña.
Los más seguro es que el itinerario entre el albergue de peregrinos y el centro de Pontevedra lo hayamos recorrido la tarde anterior para visitar la ciudad. Hoy, de nuevo, nos toca caminar este tramo. Junto a la estación de tren, pegada al albergue, cruzamos en la Avenida de Eduardo Pondal para tomar la calle Gorgullón. Siempre de frente desembocamos en la Rúa Virxe do Camiño junto al hotel del mismo nombre. Al final de esta calle giramos a la izquierda por la Rúa Sagasta e inmediatamente a la derecha por la Rúa da Peregrina, una calle peatonal que confluye en la plaza Peregrina, donde está la iglesia de la Virgen Peregrina. De frente por la porta do Camiño, antigua puerta de Trabancos, entramos en la plaza da Ferrería, donde vemos el convento de San Francisco. En paralelo a los soportales de la plaza enlazamos con la Plaza de Curros Enríquez y continuamos rectos por la Rúa Real hasta la Plaza de Celso García de la Riega. Aquí giramos a la izquierda por la Rúa da Ponte, que abandona el casco histórico y llega hasta el Ponte do Burgo, sucesor del pontón romano que la vía XIX utilizaba para salvar el río Lérez.
Lo cruzamos para reanudar la marcha por la Avenida da Coruña, aunque pasados unos metros tenemos que seguir por la calle paralela de la izquierda, la Rúa da Santiña. Sin pérdida y siempre de frente llegaremos hasta el barrio de A Gándara y más adelante junto a un observatorio de las Marismas de Alba, humedal de 80 hectáreas que alberga cientos de especies vegetales y de aves. Nos encontramos ya dentro de la parroquia de Santa María de Alba y tras un discreto merendero llegamos al barrio de Pontecabras. Pasamos bajo las vías y continuamos hasta el barrio o aldea de Guxilde, donde se alza la iglesia de Santa María de Alba. Medio kilómetro más adelante, tras pasar de nuevo bajo las vías, entramos en San Caetano.
La parroquia de Cerponzons toma ahora el testigo y el Camino Portugués visita dos de sus barrios: Leborei y O Castrado. En el mojón de los 56.996 km a Santiago da comienzo el tramo más reparador de la jornada: una senda encauzada por un muro de piedras recubiertas de musgo y hiedras. Bajo el enmarañado dosel vegetal progresamos hasta el rego do Pozo Negro, que cruzamos por una pasarela rústica para llegar hasta un comprometido paso a nivel sin barrera. Tras él entraremos pronto en el barrio de San Amaro, que pertenece a la parroquia de San Mamede da Portela y al Concello de Barro.
El itinerario continúa por la izquierda, pasando junto a un área de descanso. En el lugar de A Cancela se encuentra el desvío a Portela. Abandonamos A Cancela por una pista asfaltada, y al llegar a una carretera giramos levemente a la izquierda para tomar una pista agrícola que conduce hasta la parroquia de Agudelo, concretamente al lugar de Valbón. Aquí está el crucero de Amonisa, con una talla de Santiago peregrino en el fuste mirando al norte, hacia Compostela. A la salida avanzamos en paralelo a un viaducto y por un camino cruzamos el rego do Areal para salir a la carretera provincial EP-9407. Nada más cruzarla, aparece el mojón de los últimos 50 km.
Varias pistas nos llevan ahora hasta una pequeña fábrica que precede al núcleo de La Seca, al pie de la N-550.
Por el arcén de la nacional salvamos el río Agra y entramos así en el Concello de Portas. Justo después dejamos la carretera por un camino que sale a la izquierda, y que pasa por el minúsculo núcleo de Barosa, para terminar regresando a la N-550 tras unos emparrados. Es un paso fugaz, ya que volvemos a dejarla para entrar en Briallos.
Salimos de Briallos al encuentro de la N-550 en la parroquia de Arcos da Condesa. De frente, por pistas sin apenas sombras que avanzan entre la N-550 y el río Chaín, continuamos hasta la aldea de Tivo, con suerte tiene un par de fuentes que invitan a refrescarse y combatir el cansancio de este último e interminable tramo. Tan sólo veinte minutos más tarde entramos en Caldas de Reis junto a la iglesia de Santa María. Nos dejamos caer hasta el puente sobre el río Umia, y después giramos a la izquierda por la Rúa Laureano Salgado para visitar la fuente de las Burgas, de agua termal. Por la Rúa Real atravesamos Caldas y llegamos hasta el histórico puente medieval que salva el río Bermaña.
DIFICULTADES
Etapa sin apenas desniveles, ya que la diferencia positiva más relevante es de 100 m. en un tramo de 4 km. entre San Caetano y San Amaro. Las complicaciones pueden venir del lado de la seguridad, con entradas y salidas a la N-550 y el cruce de carreteras provinciales y un paso a nivel sin barrera.