ETAPA 4: OUTEIRO – SANTIAGO (16’3 km.)

GRÁFICO


ETAPA

DISTANCIA: 16’3 km

ITINERARIO

16 Km. trazados por un paisaje muy similar al de jornadas pasadas que, sin dejar de lado la red de líneas asfaltadas, nos acercará a Santiago a través del Concello de Boqueixón, situado a las faldas del Pico Sacro. Más adelante, Piñeiro y Angrois nos acercarán hasta el tramo empedrado de la Calzada de Sar, último eslabón para afrontar el entramado de rúas de la capital. Ya no habrá flechas que seguir y sí la presencia de un rumor que sube de la misma plaza del Obradoiro.

Hoy comenzamos nuestro último trámite desde esta atalaya privilegiada con olor a eucalipto. Retomamos el amplio camino que se interna en la foresta de Vedra. Será el último entorno sin viciar que nos resta hasta llegar a Santiago. A los 2 km., tras ir avanzando siempre de frente e ignorando los diferentes cruces que nos iban saliendo, pasamos una pista para llegar en breve a otra asfaltada. Junto al crucero levantado, dejando al frente Ardarís y entrando de esta forma en la parroquia de Lestedo y el Concello de Boqueixón, hacemos un giro de noventa grados a mano derecha y continuamos por piso de asfalto. Rodeados de un rosario de viviendas con sus correspondientes parras llegamos a un punto en que las flechas nos indican seguir de frente y el mojón jacobeo que giremos a la derecha. Sin dudarlo, seguimos éste último para llegar hasta Rubial.

Atravesando la población pasamos junto a una especie de moderno pazo almenado. Junto a él hay un crucero de granito de doble cara con pedestal circular. Nada más dejarlo hay que girar a la izquierda y bajar hasta una carretera, que cruzamos para continuar rectos. Rodeados de un amplio paisaje de prados llegamos a un paso bajo las vías del tren y continuamos para cruzar un puente y entrar por una esquina en Deseiro de Arriba, perteneciente a la mayor parroquia de Boqueixón, Sergude. Pronto somos conscientes del rodeo que estamos dando, ya que salimos a un cruce y giramos a la izquierda como si volviésemos hacia atrás. En 150 m. nos desviamos, ahora a la derecha, y ascendemos hacia la aldea de A Gándara. Detrás nuestro se alza el pico Sacro, monte vinculado a la Translatio, la conducción del cuerpo del apóstol de Iria a Compostela. Según la historia, aquí pacieron los dos toros bravos que los discípulos de Santiago amansaron para tal empresa.

Dejamos alrededor las casas y continuamos junto a una serrería, y tras diversos cruces llegamos a la AC-960. Giramos a la izquierda y llegamos al cruce de la N-525, tras el cual entramos en A Susana. Lo hacemos por una calle algo estrecha y, tras dar un rodeo casi circular, cruzamos una carretera y, junto a un pequeño merendero, pasamos bajo la N-525. Acto seguido pasamos un arroyo y nos desviamos a mano izquierda para subir por pista asfaltada y en breve nos desviamos a la derecha. La cuenta atrás del mojón jacobeo ya sólo marca 7,998 km. hasta Santiago. Reconfortados por esta bonita cifra llegaremos hasta el lugar de Cañoteira de Marrozos. Tras un giro pasamos un puente que salva las vías del tren y que nos lleva tras torcer a la izquierda hacia un fuerte repecho que afrontamos para iniciar una bajada con amplias vistas del valle y urbanizaciones descolgadas por las laderas. Santiago se intuye muy cerca. En el descenso giramos a la derecha y más adelante a la izquierda para cruzar las vías del ferrocarril y entrar en Vixoi, del Concello santiagués. Tras varios giros, llegamos hasta la Ermita de Santa Lucía, donde se encuentra la cota más baja de lajornada.

200 m. después llegamos hasta Piñeiro, donde comenzamos una cuesta por la Calle Camiño Real de Piñeiro, que en breve pasa a ser camino. Siempre hacia arriba vamos a cruzar bajo la AP-9 y, de seguido, sobre las vías. Un pequeño descanso para entrar en Angrois y afrontar otra subida por la Calle Camiño Real de Angrois.

Tras cruzar una carretera tomamos el piso empedrado, ya en bajada, de la Calzada de Sar. Al frente, no muy lejos, la visión clara de las torres de la catedral de Santiago. Así llegamos a la Rúa da Ponte do Sar, cruzamos el puente y afrontamos la dura subida por la Rúa do Sar y la Rúa do Castron Douro. Tras un último gran esfuerzo llegamos hasta el alto y, a falta de flechas que señalicen, cruzamos la calle y vamos hacia la derecha, pasando bajo el arco de la Porta de Mazarelos, la única puerta de la antigua muralla que resiste en pie.

Llegamos así la Praza da Universidade para continuar de frente, aunque ligeramente a la izquierda, por la Rúa da Caldeireiría. En la primera bocacalle giramos bruscamente a la izquierda, la descendente Rúa de Xelmírez, y la seguimos para desviarnos ligeramente a la derecha y entrar en la Praza das Praterías, situada junto a la fachada del tesoro de la catedral. Los últimos pasos nos encaminan hacia la Praza do Obradoiro. Aquí, donde confluyen todos los Caminos y peregrinos del mundo, el viaje toca a su fin.

DIFICULTADES

El tramo final por la capital, donde ya no hay vieiras ni flechas que seguir y sólo nos guía el rumor de la gente.