ETAPA 2: NEGREIRA – OLVEIROA (33 km.)

GRÁFICO


ETAPA

DISTANCIA: 33 km

La dura jornada desde la cuenca del río Tambre a la del Xallas puede dividirse en tres partes. La primera, hasta Vilaserío, frecuenta bosques de hoja caduca y es bastante rompe piernas. La segunda, hasta Santa Mariña, es más suave y accede al Concello de Mazaricos por pistas de concentración parcelaria y la tercera, a la espera de que se pueda atravesar el Monte Aro, cansa por el exceso de asfalto aunque permite unas buenas vistas del embalse da Fervenza y visita enclaves tan sugerentes como el de Ponte Olveira y el propio Olveiroa.

ITINERARIO

Nos alejamos del centro de Negreira por la carrera de San Mauro, pasando bajo el arco que comunica la capilla, del siglo XVIII, con el pazo de Cotón, de incierto origen y con bastantes añadidos de los siglos XVIII al XX. En su fachada se pueden ver una docena de escudos de armas pertenecientes a las familias que lo habitaron. Cruzamos el río Barcala, afluente del Tambre que cuenta con un paseo fluvial para disfrute de los vecinos del Concello. Justo después tomamos la carretera que asciende hasta el lugar de Negreiroa, la pequeña aldea donde se encuentra el albergue público, la iglesia parroquial y que fue el núcleo original de Negreira. Hay que dejar la carretera por la derecha y pasar junto a la iglesia de San Julián, del XVIII (Km 1). Nos da la bienvenida un buen tramo boscoso de hoja caduca que asciende hacia el alto da Cruz y que sale de nuevo a la carretera (Km 2,3).

Una recta de unos 600 metros conduce hasta San Mamede de Zas, donde se abandona otra vez la carretera para atravesar la aldea. A la salida viene un bonito paseo encauzado por muros de piedra y rodeado de vegetación variada. En este tramo se forman balsas de agua con facilidad. El itinerario roza el núcleo de Camiño Real, que dejamos a mano izquierda (Km 4,6). Un pequeño respiro para el trecho de casi dos kilómetros y medio hasta la siguiente aldea, en subida y con algunos toboganes al final. Llegados a Rapote (Km 7), aldea de la parroquia de San Martiño de Broño, bajamos hasta un cauce y recuperamos los metros perdidos por el monte de Espñareiro hasta A Pena (Km 8,2). A la entrada se encuentra el desvío hacia el bar. Para llegar a él hay que ascender hasta la carretera, siempre algunos metros más de los que marca el cartel. Pasada la iglesia de San Mamede y la casa rectoral se entra en Piaxe (Km 8,4).

Medio kilómetro más adelante salimos a la carretera DP-5603 a la altura de Portocamiño (Km 8,9) y seguimos por ella hasta Cornovo (Km 9,3). A un lado de la carretera bosquetes y praderías conforman un paisaje típicamente rural. A la salida de Cornovo, tras el cruce a Gorgal y Xallas, dejamos otra vez la compañía del asfalto y llegamos hasta una pequeña pasarela que salva elrego de Forxán. La jornada recorre el paraje del Altiño do Cotón en un entorno donde se mezclan tojos, maizales, pinos y eucaliptos y retorna de nuevo a la carretera. Un pesado tramo de asfalto de más de dos kilómetros conduce hasta Vilaserío, aldea de la parroquia de San Pedro de Bugallido con bar y un par de albergues, uno público y otro privado (Km 12,7).

Dejamos Vilaserío y continuamos por la carretera hasta Cornado, última población del Concello de Negreira (Km 14,9). A partir de este pueblo el paisaje va a ir cambiando radicalmente debido a la concentración parcelaria. Un pequeño repecho y su posterior bajada por pista donde podremos ver alguna cabaña de vacas entre el pinar, llevan hasta la carretera DP-5604, que seguimos por la derecha durante 400 metros. La dejamos por la izquierda y al poco, tras pasar algún tramo propenso a encharcarse debido a la cercanía del río de Barbeira, nos encontraremos con una pista agrícola envuelta por cultivos de maíz. Unos 40 o 45 minutos después llegamos hasta el puente sobre el río de Maroñas. Lo cruzamos y entramos en la parroquia del mismo nombre, del Concello de Mazaricos y señalizada con un rótulo de madera (Km 19,8). A la entrada nos saludan dos hórreos típicos y continuamos por pista vecinal hastaSanta Mariña (Km 20,8). A la altura del crucero podemos girar a la izquierda si vamos a pernoctar en el albergue Casa Pepa, con bar restaurante. El Camino sigue a la derecha en busca de la carretera AC-400. Hay que cruzarla con sumo cuidado ya que los coches pasan a gran velocidad. Al otro lado está el bar y el albergue Santa Mariña (Km 21,5).

Trescientos metros después del albergue dejamos la general por la derecha y cogemos una pista vecinal asfaltada que pica hacia arriba hasta Bon Xesús (Km 23,3) y Gueima (Km 23,7). Desde esta aldea superamos un buen repecho hasta Vilar do Castro (Km 24,4). Aquí pueden surgir un par de posibilidades: si la travesía por el Monte Aro se ha recuperado y señalizado y está abierta al paso atravesaremos la montaña y su castro por una pista. Si sigue cortada no hay más remedio que girar a la derecha a la altura del panel informativo y continuar por la pista asfaltada dando un buen rodeo. A partir del primer cruce, que seguimos por la izquierda, vamos a poder ver el embalse da Fervenza, construido en la década de los 60 y escenario de una multitudinaria fiesta veraniega. En ningún momento hay que salir de la carretera vecinal. Hay unas flechas de dudosa autoría que invitan a tomar un camino hasta Lago dando un rodeo innecesario. VisitamosCampo Valado (Km 27,1), Porteliñas (Km 27,4) y Abeleiroas (Km 27,9). Junto al desvío hacia elmirador de Corzón giramos a la izquierda y nos aproximamos hasta la iglesia parroquial de San Cristobo de Corzón, sobria construcción rural con elementos del románico hasta el neoclásico (Km 30).

En lugar de entrar en la población torcemos a la izquierda para afrontar una recta de más de un kilómetro hasta el núcleo de Mallón o Mollón (Km 31,2). Giramos a la derecha para tomar una carretera más relevante y llegamos al puente sobre el río Xallas que divide los Concellos de Mazaricos y Dumbría. En este mismo lugar, en 1809, los labriegos gallegos intentaron sin éxito frenar el avance de las tropas francesas. Al otro lado se encuentra Ponte Olveira, donde hay una cafetería-restaurante con albergue incluido, inaugurado en verano de 2011, y con un pequeño jardín donde se puede acampar (Km 31,6). Hasta el final de etapa restan unos 25 minutos. Hay que seguir la carretera, ya sin pérdida, y desviarse hacia el centro de Olveiroa. El albergue está distribuido en varios edificios: las antiguas escuelas, casas particulares, varios hórreos, un merendero y el local de la recepción (Km 33,4).

DIFICULTADES

Desde Negreira hasta Vilaserío:
Salvo la bajada final por carretera a Vilaserío, el resto de este tramo de 12,7 kilómetros castiga bastante. En general pica siempre hacia arriba y hay algunos tramos que tienden a encharcarse.
Cruce de la AC-400 en Santa Mariña:
Intersección peligrosa a la salida de Santa Mariña junto al albergue privado.

QUÉ VER, QUÉ HACER

OLVEIROA:
Petroglifos de la Edad de Bronce, dólmenes y túmulos megalíticos. Las tierras de Dumbría muestran ricos vestigios prehistóricos. Luciando Huidobro en sus Peregrinaciones Jacobeasapunta como ?los márgenes del Xallas son abundantes en restos arqueológicos, y allí, en donde se profundiza un poco, no es difícil tropezar con inscripciones, fustes de columnas, vasos de vidrio, cerámica y otros objetos?. Santiago de Olveiroa es una parroquia del Concello de Dumbría que estuvo ligada a la mitra compostelana en la Baja Edad Media (siglos XI a XV) y perteneció a la jurisdicción de Corcubión durante el Antiguo Régimen.

En su territorio hubo una torre defensiva que controlaba el paso sobre el río y siglos después, durante la guerra de la Independencia, los franceses no encontraron resistencia para cruzar el Xallas en Ponte Olveira y mataron a muchos vecinos de Olveiroa y Hospital. Algunos de ellos fueron enterrados en el atrio de la iglesia de Santiago, sobria construcción de probable origen románico pero desvirtuado por las reformas posteriores. La portada, con espadaña, es barroca y en el dintel de la puerta hay una peculiar imagen del Apóstol de origen incierto. En las proximidades del pueblo, a unos 750 metros del albergue de peregrinos, se encuentra la capilla de Santa Lucía. La fuente que hay a la entrada tiene propiedades «milagrosas» para los problemas de visión y es costumbre durante la romería empapar un pañuelo, restregarse los ojos con él y atarlo en una de las rejas de la ermita.

El paso constante de peregrinos poco ha desvirtuado la fisonomía de Olveiroa, que aún conserva vestigios de su trazado medieval, aunque cada vez cuenta con más servicios. El albergue público fue inaugurado en verano de 2001, junto al de Negreira, y antes de su apertura, como relata Manuel Vilar, los peregrinos dormían junto al depósito de aluminio que contenía la leche del ganado. En 2011 abrió un albergue privado y también hay alguna pensión y varios restaurantes. En la población de Ézaro, perteneciente a Dumbría pero muy lejana para ir a pie, se encuentra la espectacular desembocadura del río Xallas, que vierte sus aguas al mar en cascada. Hay un mirador abierto a unas horas durante los fines de semana del verano – los sábados de 23 a 23:30 con iluminación y los domingos de 12 a 14 – y de 12 a 14 en fechas especiales como Semana Santa, el 1 de mayo, 24 de junio, 15 de agosto, 12 de octubre y 1 de noviembre. Se puede ir en taxi desde Olveiroa después de confirmarlo y si coincide alguno de estos días con nuestra llegada,