¿Qué es un hórreo del Camino Santiago?

El hórreo gallego es un tipo específico de hórreo de Galicia, una construcción de uso agrícola destinada a secar, curar y guardar el maíz y otros cereales antes de desgranarlos y molerlos. Consta de una cámara de almacenaje oblonga, estrecha y permeable al paso del aire, separada del suelo para evitar la entrada de humedad y animales.

En Galicia conviven tres tipologías básicas de hórreo: el tipo gallego (también llamado «gallego-portugués»), el tipo asturiano y el hórreo de varas, menos elaborado y que comprende pequeños graneros portátiles ligeros, hechos de materiales vegetales. En el nordeste de Galicia y en el occidente de Asturias es fácil encontrar hórreos del tipo gallego y del tipo asturiano en el mismo lugar, aunque con diferente denominación.

El origen del término hórreo nos remite al latín horreum, que designaba a un edificio en el que se guardaban frutos del campo, especialmente el grano. La primera representación gráfica de un hórreo nos remonta hasta el siglo XIII, en las Cantigas de Santa María, atribuidas a Alfonso X el Sabio.

En sus inicios, el uso de los graneros aéreos en Galicia va unido al cultivo del mijo, que ya se practicaba en la cultura de los castros, cultivo que perduró durante la Edad Media y que fue posteriormente sustituido por el maíz a partir de su llegada a Europa en el siglo XVII.

El pan era el alimento fundamental de la población, y con la introducción del maíz el incremento de la producción de cereal panificable mejoró las condiciones de vida de la gente del campo, así como las rentas de la tierra, principalmente en forma de diezmos pagados en diversas especies a señores seglares, muchos de ellos hidalgos rurales intermediarios de señores eclesiásticos en la percepción de las rentas y los grandes hórreos se situaban en las proximidades de las iglesias y casas rectorales.

En 1973 se aprueba un Decreto de protección por parte del estado español de todos los hórreos y cabazos antiguos existentes en Galicia y Asturias, que intentaba atajar las consecuencias del abandono del modo de vida rural y la pérdida de uso de los hórreos. Alguno de los hórreos gallegos tienen la consideración de Monumento histórico-artístico, como el de la rectoral de Santa Comba de Carnota, construido en 1768, o la agrupación de hórreos de Combarro.

El hórreo más largo de Galicia es el de Araño (Rianjo) con 37,05 m de longitud y el más alto se eleva hasta los ocho metros y medio. El hórreo de mayor capacidad se encuentra en Poyo, tiene un volumen interior de 123,25 m³ y se sostiene sobre 51 pies, y aunque tradicionalmente son de planta rectangular, existen hórreos cuadrados, redondos, en forma de ele y hasta uno octogonal, en Fonsagrada. Se calcula que en 2004 había en torno a 30.000 hórreos, aunque su número decrece con rapidez.

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