Por mucho que hayas leído sobre Galicia, por muchas veces que hayas estado, por mucho que te hayan contado, Galicia nunca deja de sorprenderte. Sus imponentes paisajes, sus montañas idílicas, sus pueblos de piedra, sus ciudades llenas de personalidad y su sabrosa gastronomía hacen que una vida no sea suficiente para recorrerla.
Por eso aquí te ofrecemos una lista de algunas de las cosas imprescindibles que hay que hacer en Galicia, al menos una vez en la vida.
- Vivir la vendimia en la zona del Albariño, o al menos catar este maravilloso caldo en cualquiera de sus bodegas.
- Localizar al santo con gafas en la fachada de la Basílica de Santa María en Pontevedra.
- Poner a prueba tu resistencia haciendo la ruta de los bares de la Rúa do Franco.
- Presenciar un “conxuro” de queimada a la luz de la luna, cual druidas celtas.
- Navegar por las rías sorteando bateas.
- Experimentar las delicias del licor de café gallego, a poder ser casero.
- Sentarse en el banco con la vista más bonita del mundo en los acantilados de Loiba.
- Imaginarse cómo era la vida en la montaña lucense visitado las pallozas de Piornedo y O Cebreiro.
- Hacer la ruta de los faros gallegos, como el de la Illa de Arousa, el de Fisterra, el de Ons, la Torre de Hércules,…
- Bañarse en una poza natural como las de A Chavasqueira, Loureza o Mougás.
- Disfrutar del peculiar sonido de las gaitas del Festival de Ortigueira.
- Navegar por los serpenteantes cañones del río Sil.
- Hacer la ruta de los molinos, como el de Barosa, el de O Folón, el de Guitiriz,…
- Asistir al florecimiento de las camelias en el Pazo Quiñones de León de Vigo o en la Alameda de Santiago.
- Visitar un castro, como el de Santa Tecla o el de Baroña y experimentar lo que los celtas sentían cuando los construían tan altos para estar más cerca del cielo.
- Contemplar a los percebeiros soportando los envites de las olas en la Costa da Morte.
- Salir de tapeo por Lugo, disfrutando del concepto de tapas gratis.
- Hacer la ruta de las “fervenzas” (cascadas), como la de Silleda, la de Belelle, la de Vieiros,…
- Disfrutar de un baño relajante, reconfortante y sanador en un balneario, como el de A Toxa, el de Lobios, el de Lugo, el de Mondariz…
- Probar la lamprea, ese feo pero exquisito bocado ancestral, a poder ser en el Festival de la Lamprea en Arbo.
- Hacer un viaje al pasado tratando de identificar los dibujos en piedra de los petroglifos de Campo Lameiro, de Freixo, Boallo, Mogor,…
- Probar el pan de Cea, la tortilla de patatas de Betanzos, el pulpo de la Isla de Ons,…
- Rendir tributo a los escritores de renombre gallegos, visitando, por ejemplo, la casa natal de Rosalía de Castro o la fundación Camilo José Cela, en Padrón o recorriendo los escenarios de la vida y obra de Valle Inclán o de Julio Camba, en Vilanova de Arousa.
- Peregrinar a San Andrés de Teixido, porque si no lo haces en vida, dice la leyenda que lo harás 3 veces muerto reencarnado en lagarto, sapo o culebra.
- Encontrar la sonrisa pícara de Daniel en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago.
- Sentarse en la punta pedregosa del Faro de Fisterra y sentir que estás, literalmente, en el fin del mundo.
- Pelar las castañas en un magosto popular para liberar las almas del purgatorio, como dice la tradición gallega.
- Dejarse aterrorizar por los terroríficos peliqueiros en el Carnaval de Laza.
- Empaparse de la vida “mariñeira” en los puertos de pescadores de Malpica, Cariño, Burela o Bueu.
- Contagiarse de la emoción de las generaciones de peregrinos que durante miles de años han recorrido el Camino de Santiago al divisar las torres de la Catedral de Santiago desde el Monte do Gozo. Para ello, consulta nuestros programas: AQUÍ